La foto es de Patricia Martínez, la periodista de la RTPA que tanto ayuda desde Asturias a los trabajos del Comité. Son familias de las víctimas en la Biblioteca del Instituto de Celanova. El espacio, hoy consagrado a la educación, fue en aquellos días oscuros una de las celdas de aglomeración de presos. Esto es parte de la restitución, los espacios. Restitución de los espacios y de los símbolos, como la placa de la Escuela de la República que ahí se guarda, como la pintada ADIANTE SEMANARIO en la fachada del Monasterio, que ahí sigue y que os mostramos a algunas el sábado. Vosotras, las familiares, sois tan dueñas como nosotros, pueblo de Celanova, de aquellos símbolos y aquellos espacios que nos fueron arrebatados y fueron clausurados. Poco más podemos hacer hoy en cuestiones de restitución: ocupar nuestros espacios, volver a lucir nuestros símbolos. Ayer, quisimos que disfrutaseis un poco de la ocupación del Instituto, donde los vuestros penaron, y que hicieseis oír vuestras voces allí donde son escuchadas y ante uno de los símbolos que compartiremos siempre, en el cementerio. Pero también conseguisteis que vuestro lamento se escuchase por encima de los vinieron hasta allí para celebrarse a sí mismos, al Estado y sus cosas. Nos enseñasteis que también podemos hacernos oír frente a las voces que proclaman el olvido. Hoy sabemos que, frente a la determinación y el coraje, quienes se callan son ellos. Volveremos más veces al cementerio, a la biblioteca, al Monasterio, donde ahora resuenan fuerte vuestras voces, las nuestras.


2 comentarios
Moisés · 24 Marzo, 2025 ás 2:17 p.m.
Gracias, gracias y mil veces gracias por vuestro trabajo, pr vuestra amabilidad, por vuestro apoyo, por hacernos sentir como en casa, gracias en fin por habernos dado una alegría entre tanta amargura desidia…
Gracias por estar ahí y cuidar de nuestros familiares, gracias
piedadluna57 · 24 Marzo, 2025 ás 2:58 p.m.
Los agradecidos somos nosotros. Ni en nuestros mejores sueños podríamos haber imaginado un recibimiento así, una acogida tan afectuosa y sobre todo un homenaje tan perfectamente organizado y emotivo. Vuestra generosidad ha sido de tal magnitud que nos hemos sentido como en nuestra casa, porque eso es Celanova ya para todas las familias presentes, un lugar al que podemos regresar. Gracias también a las generosas gentes de Celanova que hace más de 80 años ayudaron a nuestros familiares y que ahora nos acogen a nosotros y nos abren sus puertas y su corazón. Gratitud inmensa a Erik y María por vuestro trabajo pero especialmente por vuestro cariño y generosidad. La familia de Gerardo Tovar Gris está en deuda con vosotros